domingo, 7 de agosto de 2016

La Mancha


Parece que va a llover. Las nubes agrupadas comparten sus penas. En cualquier momento algún dolor caerá en forma de gota, acá, donde habitamos los indignos. La mancha de vino continúa sobre el sofá. La veo y me veo tambaleándome dos noches atrás, cuando ya te habías ido de este lugar lleno de goteras que gritan soledad. Es tan verdadera la mancha, ¿sabes?. Me he acercado a olerla profundamente y aún se aspira la uva, aún se aspira el acohol. Recuerdo tu boca torcida hablando de tu anoréxico matrimonio, de las pérdidas financieras de un divorcio y lo poco conveniente de nuestro romance. Tu boca amarga lanzaba piedras de incertidumbre aquí, junto a mi manchado sofá. Ni una lágrima cayó de mis ojos al escucharte. El alcohol en mi cuerpo pesaba más que la tristeza. Tres cucharaditas y la venganza quedó diluida en el café que te brindé. El de la despedida, como dijiste mientras lo consumías por completo. Si pudieras verte ahora. Tu piel agrietada y flotante en mi bañera. Tus ojos estáticos, bien abiertos y clavados al ventanal. Afuera, una luna cuarteada aparece lentamente. El olor a lluvia empieza a invadir esta ciudad. Es la lluvia de los vivos que vemos a nuestros muertos escapar. 

6 comentarios:

  1. Me encanta como escribe.soy escritor de una novela inédita ,amo el surrealismo mágico y la prosa rítmica como la tuya.gracias por enriquecerme Gabriela

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    1. Gracias a ti, Luigi, por tomarte el tiempo de leer lo que escribo y darme tu opinión. ¡Qué bueno que lo disfrutes!

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  2. Me encanta; has logrado que un momento horrible y grotesco rezume belleza por todos sus poros. Un aplauso y un saludo.

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    1. Luz, muchas gracias por leerme y por tu opinión. Me alegro que te guste. Saludo.

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