viernes, 31 de octubre de 2014

El telón

Cierro los ojos y veo como poco a poco comienza a acercarse, o mejor dicho a invadirme como siempre acostumbra a hacerlo. Siento como susurra muchas cosas, secretos que no se los he contado a nadie. Porque lo que ella me confiesa es lo que yo le confieso a ella, solo que con un tono de voz distinto. Su voz es un trueno mientras que la mía es la más esponjosa de las nubes. Pero ambas prisioneras de este cuerpo que atormenta. A veces pienso que nadie sabe de su existencia y otras, cuando es ella la que se luce, con temor sospecho que soy yo su pasajera. Ella apareció primero o al menos eso fue lo que me dijo desde que eramos nenas. También me dijo que no tenga temor, que no habría pastilla o terapia alguna que nos logre separar. Yo no lo creía pero lo cierto era que muchos se fueron alejando excepto ella. Incluso mamá me miraba como bicho raro cuando yo la mencionaba, papá solo reía, no sé si por temor o por estupidez. Ella en cambio siempre me acompañó y de cierta forma mi vida ha sido su escenario, incluso cuando creo que se aleja sé que en el espejo la encontraré o posiblemente es ella la que me encontrará. Ahora con el puñal entre mis manos cierro mis ojos y la veo a ella acercándose risueña, la función está a punto de terminar.

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